2494 | Laboratorio AC FARMA
Moclobemida. Antidepresivo. 150mg Caja x 100.
4-cloro-N-(2-morfolinoetil)benzamida.
Antidepresivo.
La moclobemida es el primer antidepresivo derivado de la benzamida. Por lo tanto, no está relacionada por su estructura química con ningún otro antidepresivo existente. La moclobemida es relativamente lipofílica, pero también es altamente soluble en agua en un pH bajo. Por lo tanto, la absorción por el intestino es rápida y completa, y el pasaje a través de la barrera hematoencefálica es eficiente. Tiene acción inhibidora selectiva de la MAO-A, reversible y de vida media corta. La MAO-A desamina con preferencia a la noradrenalina, dopamina y serotonina; en tanto la MAO-B desamina a la tiramina y a la feniletilamina. Por su efecto reversible (en presencia de tiramina), este fármaco posee una mejor tolerancia y ausencia del "efecto queso". La moclobemida puede reemplazar o ser reemplazada por algunos antidepresivos de estructura cíclica, como la amitriptilina, sin necesidad de intervalo libre entre la administración de una y otra. Tras su administración por vía oral, la moclobemida se absorbe completamente en el tubo digestivo y pasa a la circulación portal. Debido al primer paso por el hígado, se reduce la fracción sistemáticamente biodisponible de la dosis (biodisponibilidad F). Esta disminución es más acusada con dosis únicas (F: 60%) que tras la administración de dosis múltiples (F: >80%). La distribución corporal de moclobemida es muy extensa, dada la naturaleza lipófila de esta sustancia. El volumen de distribución aparente (Vss) es de 1,2l/kg, aproximadamente. La fijación a proteínas plasmáticas -principalmente a la albúmina- es relativamente baja (50%). Al cabo de aproximadamente una hora de su administración, se alcanzan las concentraciones plasmáticas máximas. Si se administra repetidamente, la concentración plasmática de moclobemida se eleva durante la primera semana de tratamiento y luego se estabiliza. Al aumentar la dosis diaria, la concentración en estado de equilibrio se incrementa en forma desproporcionada. Antes de su eliminación, la moclobemida se metaboliza casi por completo: menos de 1% de una dosis se elimina inalterada por vía renal. El metabolismo tiene lugar principalmente por reacciones oxidativas en la porción de morfolina de la molécula. Los metabolitos se excretan por vía renal; en la circulación general humana se detectan concentraciones muy bajas de metabolitos farmacológicamente activos hallados in vitroo en la experimentación animal. La moclobemida se elimina en forma rápida del cuerpo. La eliminación a partir de la sangre se realiza con un ritmo de 20 a 50l/hora. La vida media es de una o dos horas y se prolonga mínimamente con dosis altas.
Depresiones en las que predomina el componente distímico o la inhibición.
La dosis inicial, de 300mg a 450mg de moclobemida por día, debe ser administrada desde el inicio y sin período de espera. La posología no puede ser ajustada antes de la segunda semana de tratamiento. Una dosis de 600mg/día debe ser administrada en casos severos. Al igual que con todos los antidepresivos existentes, la dosis debe ser ajustada individualmente según el requerimiento clínico del paciente. La cantidad total diaria debe ser tomada en dosis divididas, en dos o tres veces por día. Los comprimidos deben ser tomados al final de una comida. Los pacientes ancianos y aquellos con función renal disminuida no requieren un ajuste especial de la dosis de moclobemida. En los pacientes con metabolismo hepático dañado gravemente, la dosis diaria de moclobemida debe ser reducida a la mitad o a un tercio.
Su efecto secundario más frecuente es la cefalea.
A los pacientes depresivos en los que predominen los síntomas clínicos de excitación o agitación no debe administrárseles moclobemida, sólo es recomendable en combinación con un sedante (por ejemplo, una benzodiazepina). Como ocurre con otros antidepresivos, puede darse una exacerbación de los síntomas esquizofrénicos al tratar a pacientes depresivos con psicosis esquizofrénicas o esquizoafectivas. Siempre que fuere posible, en estos pacientes debe proseguirse la medicación en el largo plazo con neurolépticos. Se recomienda a los pacientes hipertensos abstenerse de comer grandes cantidades de alimentos ricos en tiramina. En general, no disminuye el rendimiento en actividades que requieren una atención especial (por ejemplo, conducir vehículos). Sin embargo, en la fase inicial de tratamiento debe vigilarse la reacción de cada paciente.
En los pacientes hipertensos la moclobemida potencia el efecto hipotensor del metoprolol, pero no el de la nifedipina o la hidroclorotiazida. Sin embargo, esta acción recíproca no conduce a la hipotensión, reacciones posturales o incidencia aumentada de otros efectos colaterales. En los sujetos normotensos, la moclobemida no tiene efecto sobre la presión sanguínea. No es probable que las dosis terapéuticas de fenilefrina (por vía parenteral, intranasal o intraocular) causen reacciones hipertensivas clínicamente relevantes con dosis terapéuticas de moclobemida. Por causa de la breve duración de la acción de la moclobemida no es necesario ningún intervalo libre de drogas antes de que un paciente deba ser intervenido quirúrgicamente. Los efectos nocivos del alcohol sobre las pruebas psicométricas no son exacerbados por la moclobemida.
Hipersensibilidad a la droga. Alteraciones circulatorias en el SNC. Cuadros psicóticos latentes o en evolución.
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