Xilometazolina

Descongestivo.

La xilometazolina es un descongestivo y vasoconstrictor de uso tópico en la mucosa nasal. Actúa como una amina simpaticomimética directa, por estímulo de los receptores alfaadrenérgicos en las vías aéreas superiores. La acción dura como máximo 10 horas.

Rinopatías de diferente tipo, rinitis alérgica, rinosinusitis, estados congestivos rinosinusales.

Se emplea en forma tópica local con solución al 0,1%. Adultos: 2 o 3 gotas, o 2 atomizaciones en cada fosa nasal a intervalos de 8-10 horas, según necesidad.

Efecto rebote (aumento de la rinorrea o congestión nasal). Cefalea o sensación de mareo, nerviosismo, palpitaciones, visión borrosa, escozor, picazón o sequedad de la mucosa nasal, estornudos.

El uso prolongado puede producir efecto rebote. Es más efectiva si se deja pasar 3 a 5 minutos entre cada aplicación nasal y se eliminan las secreciones en ese tiempo. Se recomienda no usar en mujeres embarazadas a menos que el beneficio para la madre supere el riesgo potencial para el feto. El amamantamiento debiera suspenderse si la madre va a recibir el fármaco. Los niños son más propensos a los efectos adversos de la xilometazolina, debido a que la absorción sistémica es mayor. Sólo se aplica si el beneficio supera los riesgos en los siguientes casos: cardiopatía, enfermedad arterial coronaria, hipertensión (exacerbación), diabetes mellitus, glaucoma de ángulo estrecho, predisposición a hipertiroidismo.

Antidepresivos tricíclicos, maprotilina: pueden potenciar el efecto hipertensivo sistémico de la xilometazolina.

Hipersensibilidad a las aminas vasoconstrictoras.

Existen efectos secundarios en fetos de animales de experimentación. No hay hasta el momento estudios adecuados en los seres humanos, por lo que se desconocen los riesgos de su utilización en mujeres embarazadas. La terapia medicamentosa sólo es válida cuando el problema de salud indica sin lugar a dudas, la necesidad de su empleo.